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Por Mariano Ramos Mejía
En el
primer post de esta serie mostramos el mapa del recorrido del
Proceso de Planeamiento. Comenzamos ahora a transitar cada uno de los pasos de este proceso, recordando lo que ya mencionamos:
“mal
podrán utilizarse con éxito herramientas de planeamiento a empresas, o
terceros, si no podemos ante todo utilizar estas mismas herramientas
para con nosotros mismos y nuestra realidad.” O sea, que todo lo que digamos deberíamos en principio aplicarlo y probarlo en nosotros. Comencemos entonces.
Primer paso: El Análisis Situacional
El análisis situacional es el fundamento de la definición del
Pensamiento Estratégico, dado que mediante el mismo se produce la
vinculación de la empresa con su contexto y su competencia (o de
nosotros con nuestro contexto).
El análisis situacional también se denomina Análisis FODA, por las
iniciales de las palabras Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y
Amenazas, dado que consiste en el estudio meditado y detallado de:
1) La empresa y su operación (o nosotros y lo que hacemos), determinando los factores positivos, que se denominan
Fortalezas, y los negativos, llamados
Debilidades, y
2) El contexto, identificando los factores positivos y negativos, denominados respectivamente
Oportunidades y
Amenazas.
Respecto del primer punto, debe hacerse notar que sobre estas
Fortalezas y Debilidades se puede efectivamente ejercer influencia para
modificarlas, mejorándolas, disimulándolas e incluso superándolas.
Constituye el análisis del “interior” y es lo que denominamos la
“mirada hacia adentro”,
que consiste en una reflexión detallada sobre los aspectos positivos y
negativos de nuestra realidad, a fin de reconocer, aprovechar y
potenciar los primeros (Fortalezas) así cómo reconocer, modificar y
superar los segundos (Debilidades).
Por supuesto que este estudio es preferible realizarlo en grupos de
trabajo, tratando de facilitar la inclusión de la mayor cantidad de
opiniones y puntos de vista diferentes, a fin de obtener un panorama
completo y comprensivo de la realidad. Esto es posible realizarlo en
empresas o negocios con una estructura mas grande y mas diversificada,
incluyendo a mas personas y por lo tanto a mas y mas diversos puntos de
vista. Pero puede (y debe) hacerse también en el caso de pequeños
negocios, en el de emprendedores sin estructura o en el cada uno de
nosotros requiriendo los puntos de vista de otras personas (parientes,
amigos, colegas o conocidos habilitados para opinar sobre la cuestión)
que conozcan esa realidad y puedan aportar opiniones y puntos de vista
que enriquezcan el análisis.
El análisis continuado de Fortalezas y Debilidades constituye la base
del mejoramiento de la empresa y es también el fundamento de los
denominados procesos de mejora continua.
Debe destacarse que cuando hablamos de Fortalezas y Debilidades como
aspectos positivos y negativos respectivamente, lo estamos haciendo en
un sentido relativo, dado que en general las fortalezas y debilidades
sólo lo son en un contexto determinado, y lo que constituye una
fortaleza en ciertas circunstancias, puede no serlo tanto en otra, e
inclusive convertirse en una debilidad, y viceversa.
Terminado el análisis interno, en un paso posterior debe efectuarse
un reconocimiento de los factores positivos y negativos que ofrece a la
empresa el medio en que desarrolla su actividad, denominados
respectivamente Oportunidades y Amenazas.
Este análisis constituye lo que denominamos la
“mirada hacia afuera” y es el complemento indispensable del paso anterior, en cuanto completa la visión global de la situación y su contexto.
El reconocimiento de las Oportunidades y Amenazas del entorno en el
que se desenvuelve la empresa constituye el otro eje central del
Planeamiento, dado que vincula a la empresa con el medio en el que se
desarrolla su actividad, produciendo la necesaria adaptación de la misma
y enfocando su actitud hacia la construcción de los objetivos posibles.
Debe puntualizarse asimismo que no puede ejercerse una influencia
directa sobre las Oportunidades y Amenazas sino que debemos
necesariamente adaptarnos a las mismas, aprovechándonos de las primeras y
anticipándonos a las segundas,
de acuerdo a cada situación particular de Fortalezas y Debilidades.
El Análisis situacional implica entonces, por una parte, hacer un
análisis general de la situación de cuáles son los aspectos fuertes y
débiles de la misma.
Si pensamos que en determinada circunstancia no existen aspectos
débiles podemos afirmar desde ya que estamos equivocados. Porque cada
empresa, como cada individuo, tiene ciertos perfiles más positivos o más
negativos que otros en cada una de las situaciones que le toque
transitar.
Cualquiera sea la importancia, o el nivel de desarrollo que tenga la
empresa o la persona de que se trate, siempre habrá aspectos débiles
para mejorar, y tener conciencia de ello es el punto de partida para
mejorar. Cómo también es bueno tener en claro qué riesgos o amenazas se
afrontan , y por otro lado, que oportunidades se presentan.
Y éste, como dijimos, es el segundo paso del análisis situacional.
Una vez realizado el inventario de Fortalezas, Oportunidades,
Debilidades y Amenazas, debe efectuarse un ranking de las mismas; las
fortalezas y debilidades en orden de la importancia relativa que le
adjudiquemos, y las oportunidades y amenazas en función de su
probabilidad de ocurrencia.
Relacionando ambos aspectos,
Fortalezas y Debilidades (mirada hacia adentro) con
Oportunidades y Amenazas (mirada hacia afuera), se obtiene la siguiente
Matriz Estratégica:

En el primer cuadrante vemos que cuando la Oportunidad ofrecida por
el contexto coincide con alguna de las Fortalezas de la empresa, no
puede desaprovecharse. Este cuadrante es el que tiene que ser fomentado y
por lo tanto deben dedicarse aquí los mayores esfuerzos de inversión y
crecimiento. En términos estratégicos este cuadrante corresponde a
decisiones de expansión y crecimiento.
Si, por el contrario, la Oportunidad pega en una de las Debilidades
(segundo cuadrante), habrá que resignarse y “dejarla pasar”. Pero como
tenemos tiempo todavía (recordemos que estamos planificando, tomando
decisiones a futuro), es posible que valga la pena fortalecer nuestra
posición y tratar de aprovechar esas oportunidades (capacitándonos e
incorporando recursos, si esto fuera posible), lo que incluye decisiones
de reposicionamiento.
En el caso de una Amenaza, coincidente con una Fortaleza (tercer
cuadrante de la matriz), la empresa o el individuo, podrá prepararse
para defenderse de aquella. En general estos casos corresponden a
decisiones de inversión a realizar con cautela, tratando de transformar
la amenaza en oportunidad, y en general decisiones de diversificación de
actividades.
Por último, en el caso de una Amenaza que coincide con una Debilidad
(el último cuadrante de nuestra matriz), habrá que tratar de evitarla o
en caso contrario someterse al desastre.Este caso suele corresponder a
decisiones de desinversión, que tomadas a tiempo, evitan males mayores.
Es sumamente importante reflexionar que, como ya se dijo, el proceso
de Planeamiento que estamos ejecutando es un proceso de toma de
decisiones a futuro, o sea que existe tiempo para modificar nuestra
posición relativa de Fortalezas y Debilidades (recordemos que sobre las
Oportunidades y Amenazas no puede ejercerse otra posibilidad que
aprovecharlas o evitarlas).
Por lo tanto, del análisis FODA, surgen las posibilidades de
modificar las Debilidades convirtiéndolas en Fortalezas,
para que el cuadrante Amenaza / Debilidad se convierta en Amenaza /
Fortaleza, y el Oportunidad / Debilidad en Oportunidad / Fortaleza, con
los consiguientes efectos ya comentados.
Por otra parte, el Análisis FODA nos enseña a efectuar un detallado
inventario, “con todo el tiempo del mundo”, sobre los aspectos positivos
y negativos de nuestra personalidad como empresa y relacionarlos con
las Oportunidades y Amenazas del contexto.
Esto no solamente nos permite tomar decisiones a futuro, sino
investigar ese futuro y prepararnos para él, modificando nuestras
condiciones y adaptándonos al contexto, favoreciendo la búsqueda de un
pensamiento que alcance a “crear el futuro” que imaginamos.
Ejemplo de foda 1
Ejemplo foda 2
Ejemplo de foda 3